Lo que descubrí investigando 100 años de radio y música en España

Lourdes Moreno Cazalla
6 min readDec 9, 2024

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La Argentinita. Albéniz. Conchita Piquer. Luis Mariano. Paul Anka. El Dúo Dinámico. The Beatles. Tom Jones. Camilo Sexto. Julio Iglesias. Miguel Bosé. Mecano,… Todos ellos han sido artistas “principales” para generaciones y los más radiados durante sus respectivas décadas.

Desde sus inicios, la radio tuvo en la música una aliada perfecta. La vida cotidiana de todos los españoles hasta la década de los 70 estaba moldeada por las canciones que sonaban a través de ese aparato. La radio provocaría un cambio radical en la historia de la música porque, no solo aumentó el número de personas que escuchaban música de forma simultánea, sino que también la expandió a todas las clases sociales. A pesar de que desde la perspectiva actual en la que millones de canciones están disponibles en la palma de nuestra mano, no resulta extraño intuir la revolución que supuso en la conciencia cultural y social el acceso con regularidad a la música.

En el estudio de la programación de la Cadena SER a lo largo de sus 100 años, se observa cómo la música ha pasado de ser un contenido principal en la parrilla, a ir paulatinamente diluyéndose en los programas hasta convertirse en un complemento. Este esta premisa se construye del capítulo “La música en la radio generalista: Vinilos que giran, antenas que bailan” junto a Alfredo Arense y Asier Leoz Aizpuru.

He tenido la suerte consultar las guías de programación de la SER y numerosas revistas en la Biblioteca Nacional en las que he descubierto, como curiosidad, cómo en el primer número de la Revista Ondas del 1 de junio de 1925 ya se incluía en sus últimas páginas una encuesta para que los oyentes opinasen y mandasen sus preferencias para la programación.

Fuente: Revista Ondas (1925)

En los orígenes de la radio hasta el 75% de la programación eran formatos musicales. Apunta Armand Balsebre que en el diseño de los contenidos de Unión Radio tenía un modelo de éxito basado en la rentabilidad publicitaria y la música tenía que mantener un equilibrio entre los géneros elitistas como el jazz y los populares, empleando colaboradores de prestigio y aficionados y respetando a los derechos de autor gestionados primero con la Sociedad de Autores Españoles (SAE) y desde 1932 con la Sociedad General de Autores. En la tesis doctoral de Ángeles Afuera, una verdadera joya, se analiza la música en junio de 1925 (2019:201), se determina que un cuarto de la música programada era del género clásico, seguido de la música española (20%), la ópera (16%), de baile (12%) y el folclore estaba representado en un 7%.

Fuente: Tesis Doctoral Ángeles Afuera, Anuncio de la primera retransmisión desde el Liceo Ondas, 14 de noviembre de 1926, Pág. 12

La programación musical mantuvo su protagonismo hasta julio 1936 con conciertos por el sexteto Unión Radio y de la Banda Municipal de Madrid dirigida por Sorozábal, “Música de baile”. Durante la Guerra Civil Española se produce la primera homogeneización de la parrilla y la emisión emisión pasa a ser de 8 a 9, de 15 a 16 y de 18 a 01:00. Los programas musicales se reducen a emisiones los sábados y domingos y por las tardes a partir de las 18:30 con programas como “Concierto Sinfónico (en discos)”, “Música/Programa infantil los jueves”, “Música variada (en discos)” o conciertos en directo por el Sexteto de la Estación. En el diario “La Libertad” el 13 de marzo de 1937 publica un remitido de la emisora: “Unión Radio no emite música de autores fascistas”.

En los años 40 del siglo XX, la música religiosa se abre un hueco en la programación matinal de los domingos y los conciertos de música de orquesta y piano vuelven a la música clásica, interpretando a Strauss, Schurbert, Beethoven, Händel… y marchas militares triunfales.

Si un programa musical destacó los sábados por la noche los 50, fue la mezcla entre música, concurso y el divertimento de “Cabalgata de fin de semana” con Bobbie Deglané hasta 1954 y con Jose Luis Pécker hasta 1962. El gancho del programa estaba en que los oyentes tenían que acertar una ráfaga musical y conseguir un premio económico. Antes de “Cabalgata del fin de semana” se emitía “Varietés Sigma”, patrocinado por las máquinas de coser y que ofrecía como premio contratos de trabajo. Los “talent shows” del momento, esos concursos radiofónicos para descubrir y promocionar nuevas voces se mantuvieron hasta los años 60. “Conozca usted a su vecino” fue uno de los más destacados, del que salieron Rocío Dúrcal o Ana Belén y “Alegría en las ondas”, en el que debutó el niño José Monge, el que pronto fue conocido como Camarón.

La música en directo con los artistas y grupos más punteros fueron un gran reclamo durante los 60 y 70, en el caso de “El Gran Musical”, que emitía desde 1962 todos los domingos en directo desde las 12 de la mañana en Radio Madrid y posteriormente desde los bajos de los cines Consulado (ver foto abajo) o las discotecas Cassette y Long Play y el Parque de Atracciones de Madrid.

Gracias a la FM y con “Discomanía”, presentado por Raúl Matas, fue uno de los programas pioneros en introducir el formato de repaso de canciones y las listas semanales, donde se recogían las 20 canciones más representativas del momento. A este siguieron desde 1965 el programa diario de la lista de “Los Superventas” hasta 1986. Y en 1966, “Los 40 Principales”, un programa conectaba cada sábado por la tarde con todas las emisoras de la Cadena SER para recibir las votaciones populares y elegir las canciones de mayor éxito. La lista publicada más antigua encontrada es de la semana 136 en El Diario de Madrid.

Tomarme un café con Luis Merino fue la mejor idea. Entre muchas anécdotas, me contó cómo era el sistema para la coordinación de emisoras, que se basaba en la realización de copias de las canciones que tenían que programar y el envío semanal por correo postal junto con el “Boletín Musical de la Cadena Ser”, una especie de clipping con los singles de “Superventas”, que una vez superado el tiempo de la programación tenían que devolver.

Durante los 70, se explotó la fórmula de la creación de listas musicales y el divertimento de las votaciones por parte de la audiencia y la participación de las emisoras, ampliándose también a la elección de las canciones del verano, por ejemplo.

Fuente: Revista El Gran Musical (Julio 1974)

Con la llegada de la democracia, la información y los magazines comenzaron a ampliar su espacio en la programación en detrimento de la música que, a principios de los 80 y antes de la creación de las radios temáticas musicales, ya copaban la FM con “Los 40 Principales” durante toda la mañana, “Superventas”, “Vuelo 605” y “Plásticos y decibelios”, entre otros. Desde finales de los años 80, los programas musicales se fueron reduciendo hasta su desaparición como “Las coplas de mi SER” que presentaba Carlos Herrera, convirtiéndose la música en un complemento o sección de algunos programas, tanto grabada como en directo.

En la actualidad, el único programa musical que emite la Cadena SER es un formato didáctico, “Sofá sonoro” con Alfonso Cardenal.

La radio nos decía qué íbamos a cantar, qué debíamos sentir, y de alguna forma, todos aceptábamos. No fue hasta mucho después que nos dimos cuenta de que no solo habíamos escuchado esas canciones, sino que las habíamos vivido, y en cada acorde, algo de nosotros mismos había quedado atrapado, un resorte que se desencadena cada vez que vuelves a escuchar una canción que te traslada a un momento concreto. En 100 años de radio, mucho ha cambiado, aunque la música en la radio sigue sonando, inmutable, como si supiera algo que nosotros no.

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Lourdes Moreno Cazalla
Lourdes Moreno Cazalla

Written by Lourdes Moreno Cazalla

Humanista. Intransitiva. PhD en Comunicación. Jefa de Estrategia en PRISA Audio 🎧 Observatorio Nebrija del Español 👩🏻‍💻

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