Sobre la Comunidad Mínima Viable (MVC) y el podcasting
No sé si os pasa que comienzas a leer términos que, de repente, se ponen de moda o se hacen versiones/ecoluciones sin parar. Esto me está sucediendo con Minimum Viable Community (MVC o Comunidad Mínima Viable), ahora de lo más candente en la Web3. Básicamente se está extrapolando la idea del Producto Mínimo Viable (MPV) al concepto de Comunidad, como el grupo más pequeño de personas necesarias para unirse para un propósito compartido, es decir, crear una comunidad.
Visto blanco sobre negro, el concepto puede parecer fácil, aunque construir comunidades no es nada ni matemático ni sistemático. De hecho, si nos atenemos a criterios numéricos, la participación del usuario en las redes sociales y las comunidades online sigue más o menos la regla del 90–9–1: el 90% de los usuarios son merodeadores (es decir, leen u observan, pero no contribuyen); el 9% de los usuarios participan de vez en cuando; y solo el 1% representa la mayoría de las contribuciones.
“Descubrir qué aporta valor. Construyendo relaciones y confianza. De una manera manejable y no demasiado abrumadora para ayudarlo a encontrar su camino con la comunidad que necesita construir. Un MVC consiste en crear los puntos que necesitará más adelante para conectar a la comunidad”. Rosie Sherry
Me interesa este enfoque porque promueve esa MVC como una forma de pensar, apuntando directamente a un núcleo pequeño en lugar de crear embudos desde amplios espectros. Visualizo una Comunidad Mínima Viable como las acciones para cautivar a un grupo reducido, muy activo y creativo y como diría Brian Obliger para “clavar todos los aspectos de la experiencia desde el principio”. No obstante, para la creación de esta comunidad mínima y viable, tenemos que probar acciones en muchos entornos y ambientes, porque las buenas experiencias ocurren en los márgenes o en las bambalinas de los entornos de interacción instigados o propuestos.
Revisando el concepto de MCV que se está explorando desde la industria de la música con los NFT y la Web3, se puede observar una fase de innovación destacando las comunidades de Songcamp, BoredApes y FWB. Marteen Walraven apunta que “Los tipos de comunidades que prosperan en la Web3 simplemente no pudieron encontrar formas de hacer que su comunidad funcione sobre los raíles de la Web2. El paradigma web3 para construir comunidades es crear espacio para la emergencia”. En este sentido destaca el proyecto Chaos de Songcamp, un laboratorio web3 para músicos y artistas de todo tipo para crear experimentos conjuntos desde un lugar compartido de curiosidad, apertura mental y deseo de relaciones más profundas con su arte y el valor del mismo. Son nuevas comunidades para escapar a los guetos musicales alimentados por los algoritmos y el oligopolio cultural musical.
En el caso del podcasting, que se encuentra como industria en una fase de consolidación, la comunidad de creadores está empezando a relacionarse y a conectarse. [La web3 y los podcasts ni siquiera llega a hype aún]. Para la construcción de comunidades de oyentes afines podemos partir de la teoría de Kevin Kelly 1000 true fans de la industria musical, pero al no apelar a motivadores extrínsecos, esto podría explicar por qué los músicos son una categoría tan subrepresentada en la economía del creador.
Me parece más refrescante y con mayor afinidad con el podcasting el ensayo de Li Jin, 1000 true fans vs 100 y su enfoque de la “Passion Economy”, y cómo las nuevas plataformas digitales permiten a las personas ganarse la vida promoviendo la experiencia y destacar la individualidad/autenticidad y la creatividad, en esa mezcla perfecta estaría el valor.
Además, esto encaja con un elemento diferencial en ADN del podcasting, ya que el creador es clave para desarrollar una relación directa con los oyentes (o lo que diríamos en audiencias, atraer, activar y retener). De forma virtual y según el censo de creadores de Patreon, los podcasters ya son la segunda categoría más lucrativa, además de ser la que mayores tasas de trabajo en equipo registra (hasta un 19%).
Sin embargo, la comunidad se concentra alrededor de un host, show o programa concreto, no existe la comunidad del podcasting. Importante reto el de concentrar a los oyentes por intereses o temáticas.
Afortunadamente, proliferan los eventos offline como Estación Podcast o la concesión de los Premios Ondas del Podcast están ayudando a su fortalecimiento de la comunidad entre oyentes y creadores.